Desafíos de comportamiento: Perros reactivos en la Correa
Comprendiendo la reactividad canina
Los perros reactivos a otros perros son aquellos que, al encontrarse con otros perros, responden comportándose visiblemente excitados, jalando hacia ellos, ladrando, gruñendo, y atacando. La reactividad no refleja, necesariamente, la sociabilidad de un perro, ya que muchos perros reactivos son capaces de mostrar comportamientos sociales hacia otros perros en otras circunstancias, o tienen un historial de comportamiento social hacia otros perros. Sin embargo, tener un perro reactivo es muy estresante, tanto para el perro como para el dueño. Los dueños de perros reactivos a otros perros tienden a evitar sacarlos a caminar o a disminuir el tiempo de los paseos; más aún, utilizan métodos de entrenamiento que podrían empeorar la reactividad del perro.
Lo bueno de esto es que la reactividad de un perro es un comportamiento que se puede modificar, y entrenar a un perro es muy divertido. A través de la prevención, el entrenamiento, y la práctica, hasta el perro más “explosivo” puede aprender a mostrar otros comportamientos frente a otros perros.
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Lenguaje corporal
Leer e interpretar el lenguaje corporal de un perro es una habilidad importante para poder prevenir y responder a la reactividad de un perro, ya que los perros no pueden comunicarse con lenguajes de humanos y se comunican a través de su lenguaje corporal y comportamiento. Saber cómo reconocer e interpretar el lenguaje corporal del perro te será de mucha utilidad para poder identificar los indicios iniciales de miedo, ansiedad, estrés. y frustración que preceden los comportamientos reactivos. Para entender más a fondo el lenguaje corporal de un perro, visita alguna de las muchas fuentes de información del lenguaje corporal canino en YouTube.
Algunos indicadores comunes del miedo, la ansiedad, el estrés, y la frustración son:
- Pausar, congelarse, quedarse quieto
- Orejas inclinadas hacia el frente
- Tensión en músculos corporales/faciales
- Movimientos altos, cortos de la cola
- Dilatación de pupilas
- Respiración intensa y rápida
- Brincar y jalar
Prevención de la reactividad canina
Los perros se vuelven expertos en lo que practican. Entre más practica sus comportamientos reactivos, más comunes y rígidos se vuelven estos comportamientos en tu perro. Mantener la distancia con otros perros o evitarlos totalmente disminuirá la cantidad de oportunidades para practicar sus comportamientos reactivos y aumentará las probabilidades de enseñarle un comportamiento nuevo y diferente.
Planear la ruta: Escoge un camino tranquilo hacia tu destino. Inicien su caminata a una hora cuando es probable que otros perros no anden afuera, por ejemplo, temprano por la mañana o al atardecer.
Mantenerse alerta: Ten cuidado y presta atención al entorno al caminar, prepárate para moverte si divisas otro perro.
Crear espacio: Cruza la calle o cambia de ruta si notas que se aproxima un perro. Evita a otros perros o mantén la distancia.
Usa una barrera visual: Puedes obstruir el contacto visual entre tu perro y otro ubicándote detrás de un auto, un árbol, o una pared. Mientras se mantienen detrás de la barrera visual, recompensa a tu perro por mantener su atención en ti y ofrecerte contacto visual, o capta su atención y fomenta el contacto visual.
Cómo responder a la reactividad canina
Si tu perro empieza a presentar un comportamiento reactivo de mucha excitación y deja de responder a tus órdenes o a golosinas, éste no es el mejor momento para un entrenamiento. Debes determinar por qué hubo un problema - podría ser que estás físicamente demasiado cerca del otro perro – y evitar que esta situación se vuelva a repetir.
Continúe en movimiento: Si otro perro se acerca demasiado y el tuyo tiene una reacción, sigue caminando. Insiste (o estimula) a tu perro a retirarse llamándolo por su nombre, jalando de la correa ligeramente, ofreciéndole algún bocado, y aléjate un poco. Retírate lo más rápido posible poniendo suficiente espacio entre tú, tu perro, y el otro perro. Ocúltate detrás de algún auto, árbol, o pared cercanos, y gratifica a tu mascota con alguna galleta (o croqueta).
Sé paciente: Si tu perro no acepta comida y es imposible o peligroso establecer espacio entre ustedes y el otro perro, sostén su correa con firmeza y paciencia. Espera hasta que el otro perro siga de largo o se aleje.
Enseñar un nuevo comportamiento
Al evitar la reactividad canina y no utilizar técnicas de entrenamiento agresivas, el comportamiento de tu perro cambiará con el tiempo. Este proceso requiere de constancia y mucha práctica, tanto para prevenir la reactividad y practicar comportamientos nuevos. El proceso de entrenamiento podría tomar semanas, y hasta meses, y en muchos casos podría requerir mantenerlo de por vida. He aquí algunos consejos adicionales:
Enséñale un sonido de orientación: haz un ruido de besos, haz un chasquido o cualquier otro ruido que puedas hacer siempre para alentar el contacto visual de tu perro. Cuando tu perro haga contacto visual, ofrécele un premio inmediatamente.
Practica el sonido de orientación en la sala, la recámara, el patio, y en otras partes de la casa.
Una vez que tu perro comienza a responder de manera confiable al sonido orientador en tu casa, empieza a usarlo en caminatas cada 5-10 pasos para estimular el contacto visual y que se enfoque en ti.
Recompensa el contacto visual voluntario: Cada vez que tu perro haga contacto visual en casa o mientras están caminando, ofrécele golosinas o elogios y caricias de inmediato.
Abrir y cerrar el bar: Muchos perros se vuelven reactivos al ver a otro perro, sin embargo, la mayoría de los perros pueden detectar la presencia de otro perro antes de verlo. Por lo tanto, este método de entrenamiento es mejor utilizarlo junto con los métodos preventivos mencionados anteriormente. Al practicar este método, debes permanecer en alerta y mantener a otros perros a una distancia de unos 20 ó 30 pies siempre que sea posible.
Cuando tu perro se da cuenta de otro perro a su entorno, sea por verlo, escucharlo, u olfatearlo, toma un puñado de bocados de alto valor como pedacitos de salchicha, queso, pollo, etc., y ofrécelos directamente en la boca de tu perro, uno por uno, con un lapso de 1-2 segundos, mientras tu perro sienta la presencia del otro perro. No le des ninguna otra indicación ni le pidas otro comportamiento, solamente ofrécele más bocados de alto valor. Una vez que el otro perro se aleja, detén los premios.
Metafóricamente hablando, cuando tu perro se da cuenta de la presencia de otro perro, “el bar está abierto” y la comida se ofrece continuamente. Cuando el otro perro finalmente se aleja y está fuera de su vista, “el bar está cerrado” y se terminan los manjares.
Si durante este proceso tu perro empieza a reaccionar ante la presencia de otro perro, sigue los pasos de “Cómo responder a la reactividad canina” detallados más arriba.
Castigo y motivación
Cuando un perro se vuelve reactivo, lo más probable es que nos esté comunicando que está incómodo, tiene miedo, o está frustrado. Si intentas castigar los comportamientos reactivos, la reactividad de tu perro podría empeorar ya que empezará a relacionar a otros perros con el castigo. Además, tu perro podría dejar de comunicar su incomodidad, miedo, o frustración y al contrario, podría dar señales más obvias y amenazantes de angustia emocional, tales como atacar, chasquear las mandíbulas, o morder.
Cuando sacas a tu perro a caminar, hay muchas cosas que compiten por la atención de tu perro. Durante el paseo, podrían encontrarse con cosas interesantes para oler, ver, y escuchar, otras personas y animales, o tal vez sucesos interesantes. A esto se le conoce como motivadores competidores, y podrían hacer que el entrenamiento sea más complicado, tanto para los perros como para los humanos.
Para que tu perro empiece a demostrar cualquier comportamiento nuevo en la presencia de otros motivadores, deberás desarrollar una larga historia de repetición y práctica. Los nuevos comportamientos se aprenden a lo largo del tiempo a través de la repetición y práctica.
Sé paciente. Sé compasivo. Y ¡continúa con el entrenamiento!
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